La caries la ha de diagnosticar el dentista y, en el caso de los niños, el especialista en odontopediatría mediante las revisiones periódicas que han de tener lugar cada seis meses.
Si son los padres los que la observan, ya suele ser tarde porque el proceso de cavitación se ha iniciado y se ha perdido un tiempo precioso. En todo caso, la primera señal es la aparición de un cambio de color en el diente que se vuelve blanquecino y sin brillo. En una fase más avanzada, se observa un borde amarillo, marrón o negro a nivel de la zona careada. En la fase más visible, aparece la pérdida de sustancia y el socavón del esmalte, que se acaba rompiendo. La destrucción del diente indica que el proceso de caries puede llevar hasta varios meses en la boca; el proceso es, pues, lento.
La caries se suele iniciar en los sitios de retención de comida, por eso los molares (los que mastican y en los que es más habitual que se depositen los alimentos) son los más susceptibles de padecer esta enfermedad.
Si observa cualquier de estas señales no dude en pedir cita lo antes posible en Clínica Dental Trejo.